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Qué es una Sociedad Anónima

Una Sociedad Anónima, que también se conoce por sus siglas S.A., es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista que fue creada para importantes acumulaciones de capital, y que se adapta por la mayor parte de las compañías más importantes. Es importante que conozcas en qué consiste para conocer su funcionamiento.

El objetivo de esta sociedad es la de reunir dinero a partir de diversos inversores para llevar a cabo proyectos importantes que, de otra manera no se podría llevar a cabo. Para seguir con su objetivo se divide el capital en acciones, que se reparten entre los socios inversores según la cantidad de dinero que cada uno de ellos aporta. De esta manera, cuántas más acciones tenga un socio, mayor será su peso en la empresa.

Debe destacarse que el régimen jurídico es muy complejo en este tipo de sociedades, por lo que es importante conocer los detalles que indicamos a continuación.

Características de la Sociedad Anónima

La Sociedad Anónima (SA) es un tipo de sociedad mercantil que tiene un capital que se encuentra dividido en acciones. En ella, los socios no responden a nivel personal con las deudas que pueda haber contraído la sociedad.

En algunos casos, las entidades se ven obligadas a adoptar esta forma societaria, como sociedades de capital de riesgo, bancos, sociedades anónimas deportivas, etcétera. En otros casos, las sociedades se deciden este tipo social porque interesa más que otra.

Las diferencias principales entre la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada son las siguientes:

  • El capital mínimo en una sociedad anónima es de 60.000 euros, mientras que en una sociedad limitada es de 3.000 euros.
  • Las sociedades anónimas son abiertas y, por lo tanto, hace que sea más sencillo que haya nuevos socios, mientras que en las limitadas son cerradas. No obstante, esto podría venir dado por los propios estatutos.
  • Las sociedades anónimas cuentan con una normativa de aplicación más rígida, para proteger en mayor medida a sus acreedores, mientras que las limitadas tienen una normativa más flexible. Estas últimas tienen un régimen más económico y de menor complejidad que las Sociedades Anónimas.

Capital social

El capital social en una Sociedad Anónima está conformado por el total de las aportaciones que se realizan a la sociedad, es decir, por las cantidades que aportan todos sus socios.

A diferencia de otras sociedades, en este caso se trata de sumas de capital elevadas, necesitando en este caso una cantidad cercana a los 60.000 euros. No obstante, esta aportación se puede posponer para un momento futuro.

Denominación social

En lo que respecta a la denominación social de estas sociedades, en ellas deberá figurar un término que no hay sido registrado previamente; y además tendrá que estar acompañado de las siglas S.A. o S.A.U, esta última correspondería con aquellas en las que hubiese un solo socio.

Responsabilidad de los socios

La responsabilidad de los socios es asumida por cada uno de ellos de manera proporcional al capital que hayan  aportado a la misma.

Número de socios

En el caso de las sociedades anónimas es posible constituirla con un solo socio. Sin embargo, en este caso tendrá que figurar de esta manera en la propia denominación, con las siglas S.A.U, que figurarán en toda la documentación, las facturas o los anuncios legales.

Aportaciones de los socios

De forma general, las aportaciones de los socios son dinerarias, por lo que aportan  dinero al capital social de la empresa. No obstante, las aportaciones pueden ser no dinerarias, como ocurre en el caso de los inmuebles; y las sociedades anónimas tienen un régimen muy estricto en este sentido.

Estos bienes tienen la obligación de ser evaluados por peritos, designados por el Registro Mercantil, con la finalidad de que la evaluación de los bienes no sea superior a la real; y es que en el caso de darse esto, sería un fraude para socios y acreedores.

Acciones

El capital de una Sociedad Anónima se encuentra divido en acciones de forma que cuántas más acciones, mayor será el valor del voto emitido, además de la proporción a la hora de repartir los dividendos.

Sin embargo, los estatutos de la sociedad pueden establecer un límite al número de votos de cara accionista, por lo que podría haber modificaciones en la regla. Sobre la transmisibilidad de las acciones, esta es libre inicialmente. Esto hace que cualquier socio pueda transmitirlas a un tercero en la Bolsa de Valores. Sin embargo, esta transmisibilidad también puede estar limitada por los estatutos.

Así surgen dos tipos de modelos de Sociedades Anónimas, la abierta y la cerrada.

Obligaciones fiscales de una Sociedad Anónima

Al igual que sucede con las Sociedades Limitadas, la empresa anónima debe tributar por el Impuesto de Sociedades y por el IVA. De igual forma, los administradores y socios tributan por el régimen de autónomos. El resto de trabajadores, por su parte, lo hacen por el régimen general.

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