Son muchas las personas, sobre todo estudiantes, que se plantean qué es en realidad el concepto de Derecho Romano. A pesar de que cuenta con diferentes significados, el más común es el que lo describe como el grupo de principios de derecho que han sido utilizados para dirigir a la sociedad romana a través de sus diferentes épocas, desde sus inicios hasta que desapareció físicamente el emperador Justiniano.
Dicho de otra manera, es el conjunto de normas jurídicas que regían el pueblo de Roma hasta la caída del imperio, que tuvo ligar a mitad del siglo VI d.C. Con el paso de las diferentes generaciones se mantuvieron estas normas. Además, el Derecho Romano logró evolucionar a través de las costumbres y usos de la sociedad con el paso del tiempo.
Este ordenamiento jurídico fue recopilado en el siglo VI en un volumen de leyes que recibió el nombre de Corpus Iuris Civilis (“Cuerpo de Derecho civil”). Este texto y las leyes incluidas en él son de una máxima importancia en la historia jurídica de toda la humanidad. Esto se debe a que fueron utilizados como base para la creación de los textos legales de las diferentes civilizaciones y culturas.
Es precisamente por ello por lo que existe una rama del Derecho que se encuentra especializada en el estudio de ello. Para poder entender de la manera adecuada el Derecho Romano es necesario conocer tanto sus características como su historia.
En este artículo encontrarás:
Fuentes del Derecho Romano
Al igual que el resto de vertientes del derecho, el Derecho Romano cuenta con diferentes fuentes que pueden ser asociadas de manera separada:
- Mos Maiorum: «La costumbre de los ancestros». Es una de las primeras fuentes de este derecho, consistiendo en un conjunto de normas heredadas en la tradición de los ancestros y que se transmitían en el ámbito familiar.
- Fuentes Justinianeas: Es el conjunto de normas que compiló el emperador Justiniano I en la obra Corpus Iuris Civilis. En él se muestran diferentes materias con ordenadas cronológicamente a lo largo de 50 libros distintos.
- Fuentes extrajustinianeas: Estas se componen de dos conjuntos de textos, uno de ellos con fragmentos de juristicas del periodo clásico y, por otro lado, una colección de constituciones imperiales.
Las principales características del Derecho Romano
El Derecho Romano tiene una serie de características que lo definen, como son los siguientes:
Tiene tres preceptos básicos
El derecho romano se basa en tres principios, que son los siguientes:
- Vivir honestamente. Llevar la vida pública de una manera transparente y honesta, ya que lo contrario es el incumplir las leyes.
- No dañar a nadie. Si se hace daño a otras personas, ser hace obligatorio el restituir de alguna manera el agravio.
- Dar a cada persona lo suyo. Se deben cumplir los acuerdos, haciendo que cada uno recibirá lo que corresponda de acuerdo a lo pactado.
Es tradicionalista
A pesar de que la manera de administrar la ley pudiese cambiar, las leyes fundamentales y las instituciones se mantenían o, en su defecto, se preservaba una parte. Podía sufrir una evolución pero se encontraba afianzada en las tradiciones anteriores.
Es formal
El acto jurídico en sí es formal. Se manifiesta a través de la creación de fórmulas o modelos que puedan ser aplicados en los diferentes casos, evitando que puedan dar origen a interpretaciones de la ley que se dan de manera discrecional.
Realista
El derecho romano es realista. Cuando las leyes escritas no eran suficiente para resolver un caso, se recurría a la tradición para ajustar la ley a cada momento.
Individualista
Otra de sus principales características es que sus significados jurídicos dependen del campo de aplicación, lo que hace que exista una diferenciación en el ámbito moral, social y jurídico.
Sencillo
Este refleja la naturalidad y la facilidad con la que es posible aplicar las leyes y dar así solución a casos de delitos actuales. Para ello se puede basar en cómo se aplico la ley en este tipo de asuntos en el pasado, las cuales son tomadas como una referencia.
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