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El delito flagrante

El delito flagrante es aquel en el que el autor del mismo es sorprendido el hecho en cuestión, y por lo tanto,  no existe ninguna duda acerca de su culpabilidad. Cuando se da este delito, se procede de inmediato a la detención de la persona sorprendida. Este delito también permite la detención de aquellas personas que puedan intentar un delito aunque no lo logren, un procedimiento que debe ser realizado de acuerdo a la ley.

El delito flagrante

Qué es un delito flagrante

El delito flagrante es un acto que es descubierto en el mismo momento en el que se comete la infracción; y también cuando se observa por todas las personas que están en el lugar en el que el hecho se ha cometido. Esto significa que el delincuente es sorprendido cometiendo el acto, sin que exista dudas acerca de la culpabilidad.

Este delito se encuentra recogido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en el artículo 795. Lo define como aquel acto en el que, como hemos mencionado, se sorprende al delincuente en el momento que se está cometiendo ese delito o porque ha sido visto acabando de cometerlo.

De esta forma se considera que el delincuente comete el hecho in fraganti, ya que se sorprende inmediatamente tras cometer el delito. Esta es una prueba directa, para la cual no se necesitan diligencias especiales para su obtención.

Este delito tiene la característica principal de ser inmediato, lo que significa que el hecho delictivo está en desarrollo o acaba de ser cometido.  El delito flagrante requiere de la intervención urgente por parte de las autoridades o personas particulares para evitar que se consuma.

En este caso, el delito flagrante es enjuiciado a través de un juicio rápido que es ejecutado en el Juzgado de Guardia. En este tipo de delitos, no tiene cabida la presunción de inocencia, ya que existe una prueba directa del intento o comisión del delito.

Qué hacer ante un delito flagrante

En el artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece la detención inmediata de quién se encuentra cometiendo el delito; y también autoriza a cualquier persona o agente a realizar la acción.  Por otro lado, el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, establece que no sólo de se debe detener a quién está cometiendo el delito; y también se debe detener al que intenta cometerlo en el momento de llevarlo a cabo.

La persona que realice la detención del autor de este delito flagrante debe solicitar inmediatamente la intervención de la policía. En este sentido hay que tener en cuenta que cualquier particular que se encuentre en el lugar en el momento de cometer el delito, podrá detener a quién comete el delito flagrante. Es necesario, no obstante, que se esté totalmente seguro de que está cometiendo un delito, para así que no se produzca una detención ilegal.

Cuando se hace la detención se requiere que, inmediatamente, sea notificada la autoridad policial para efectuar las correspondientes gestiones. El artículo 492 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que, en el caso de que sea la propia policía la que presencia dicho delito flagrante, se encuentra en la obligación de detener a quién comete el delito.

Requisitos de un delito flagrante

Para poder entender en qué consiste un un delito flagrante es necesario conocer los requisitos para que se de. Para que el juez pueda iniciar un procedimiento por la comisión de un delito flagrante, deben cumplirse los siguientes requisitos:

Inmediatez personal

La inmediatez personal hace referencia a que el acto delictivo se percibe de una manera directa por parte de la autoridad policial o por una persona que presenció el hecho. No se considerará que es un delito flagrante en aquellos casos en los que el hecho se presume o que bien se ha conocido de forma indirecta.

Inmediatez temporal

Además de la inmediatez personal debe haber inmediatez temporal. Esto significa que tiene que el delincuente debe ser sorprendido en el momento en el que se comete el acto delictivo.  También puede ser en un momento inmediatamente después.

Relación directa entre el delincuente y los objetos

Para que un hecho se pueda considerar delito flagrante, debe existir una relación directa con los medios empleados para la comisión de este acto. Asimismo, también los utensilios, herramientas y objetos empleados para la ejecutar el mismo.

Estos instrumentos y objetos que se encuentren en posesión del delincuente en el momento de ser sorprendido se podrán utilizar como pruebas. Estos instrumentos y objetos son de gran importancia de cara a su posterior enjuiciamiento. De ahí que sea necesario conservarlas muy bien y de forma segura.

Necesidad de actuar contra el delincuente

Es importante tener en cuenta que se debe actuar de forma rápida y se proceda a la detención del delincuente, para evitar que se lleve a cabo el delito o para evitar que puedan desaparecer las pruebas importantes de estos hechos.

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