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El sexting y la extorsión en internet

Las nuevas tecnologías y las redes sociales han facilitado la comunicación de personas a lo largo de los últimos años, lo que nos permite compartir de una manera muy sencilla todo tipo de mensajes y contenidos de forma instantánea, desde cualquier lugar y a cualquier hora. Sin embargo, aunque son herramientas muy útiles nos encontramos con algunos delitos informáticos que conviene conocer en profundidad. Este es el caso del sexting y la extorsión en internet, de lo cual vamos a hablar a lo largo de las siguientes líneas.

Antes de nada conviene saber que en este caso vamos a hablar del «sexting«, que es el envío de mensajes de contenido sexual a través de internet. Siempre que haya consentimiento por las dos partes, tanto por parte del emisor como del receptor del mensaje, no habrá ningún tipo de problema legal.

Sin embargo, cuando hay malas prácticas que derivan del sexting y que tienen que ver con los contenidos obtenidos a través de las redes sociales, hay que saber la manera en la que se debe actuar. Uno de los delitos más comunes que tienen lugar se producen a partir del hecho de compartir contenidos sexuales por internet es el delito de extorsión.

El delito de extorsión en internet

El delito de extorsión es uno de los que se da con mayor frecuencia a través de la red. En este caso se trata de mensajes de contenido sexual que se envían a través de las redes social. La extorsión se da cuando se busca difundir estos contenidos sexuales de otra persona sin que haya consentimiento previo por parte de esta. Además, habitualmente se hace chantaje a la víctima, pidiéndole dinero a cambio de la no publicación de los contenidos.

La extorsión se da tanto en los casos en los que se reciben los contenidos de manera voluntaria por parte de la víctima como cuando se accede a los mismos sin que haya consentimiento por parte de la otra persona. De esta manera, hay que tener claro que el hecho de obtener los contenidos sexuales con el consentimiento de la otra persona no da permiso para poder difundirlo a otras personas, por lo que tan solo se tiene, en estos casos, el consentimiento para poder disponer de esas imágenes o vídeos. Para poder difundirlos se necesita disfrutar del permiso expreso del titular de esos contenidos.

Por ello, una persona puede ser acusada de un delito de extorsión en la red por buscar la difusión de contenidos privados de una persona sin que esta haya dado su permiso para ello y chantajeando a esa persona para recibir un beneficio a cambio de estos contenidos no sean difundidos a terceros.

Cómo actuar ante una acusación de extorsión en internet

Si una persona es causada de extorsión en internet por tratar de difundir el contenido privado de otra persona sin el consentimiento de esta, lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con un abogado especializado, ya que será el que podrá ofrecer un mejor asesoramiento en materia de delitos informáticos.

De esta manera, el letrado se encargará de estudiar el caso en profundidad y así poder preparar la defensa, guiando a su representado a lo largo de todo el proceso.

Sanciones por un delito de extorsión en internet

El hecho de ser culpable de un delito de extorsión en internet por haber realizado chantaje a otra persona para no publicar contenidos íntimos de estos a cambio de un beneficio económico se encuentra castigado por el Código Penal, concretamente por su artículo 243. Este establece una pena de prisión de 1 a 5 años por un delito de extorsión en internet.

Las nuevas tecnologías e internet han abierto una gran cantidad de posibilidades en todos los sentidos, haciendo que se pueda disfrutar de las ventajas de la red para llevar a cabo acciones de todo tipo, tanto legales como ilícitas. Por este motivo, es muy importante tener la máxima precaución a la hora de compartir cualquier tipo de contenidos a través de internet, sobre todo en las redes sociales.

De igual manera, hay que tener en cuenta que el compartir contenidos de tipo sexual o que nos puedan comprometer de manera íntima a través de las propias redes sociales para todos nuestros contactos o de manera particular a través de aplicaciones de mensajería instantánea o de los servicios de mensajería integrados en estas propias redes sociales puede hacernos llevar a una situación de riesgo e indeseable.

A pesar de que la otra persona se puede exponer a un delito de extorsión en internet si decide hacer chantaje para no compartir estos contenidos,  siempre habrá un riesgo de poder ser víctima de este tipo de acciones ilícitas, por lo que la mejor opción es ser muy precavidos a la hora de compartir cualquier tipo de contenido de este tipo.

 

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