El divorcio lleva asociado una pérdida de obligaciones y derechos que se han tenido desde el momento en el que dio el comienzo del matrimonio. Aunque termine este vínculo y la convivencia, esto no quiere que finalice todo; y esto se debe a que hay una serie de cuestiones que se encuentran vinculadas con la pareja. La clave está en el Convenio Regulador de divorcio, el cual despierta muchas dudas que trataremos de resolver a lo largo de este artículo.
En este artículo encontrarás:
Qué es el convenio regulador de divorcio
El convenio regulador de divorcio es el documento en el que se encuentran plasmados los pactos que alcanzan los cónyuges tras haber llegado a su fin su relación. En él aparecen diferentes aspectos que están relacionados con el patrimonio de su unión y su vida personal. Una vez que se ha realizado la firma, queda establecida la manera en la que se llevará a cabo la relación entre ambos. No obstante, para que este pacto al que han llegado tenga validez, debe estar aprobado por un juez.
Es obligatorio que se llegue a este acuerdo tanto en el caso de que el divorcio sea solicitado por los dos cónyuges como si lo hace uno de ellos con el consentimiento de la otra parte. De esta manera, aunque se trate de un divorcio de mutuo acuerdo, se requiere de este documento para que sea presentado ante el juez junto con la correspondiente demanda de divorcio.
A pesar de que en todos los ámbitos es preferible llegar siempre a un acuerdo, no siempre es posible alcanzarlo. De hecho, en muchas ocasiones los cónyuges no llegan a un acuerdo; y por lo tanto no consiguen establecer un pacto ni sobre el propio divorcio ni sobre las medidas posteriores.
En un divorcio de común acuerdo se llega a un pacto para la separación y el convenio regulador correspondiente. Sin embargo, en aquellas situaciones en las que el divorcio es solicitado tan solo por uno de los miembros; y sin el consentimiento del otro, se habla de un divorcio contencioso.
En este tipo de situaciones se hace una solicitud de este consentimiento de forma judicial. Para ello se procede a presentar una demanda de divorcio contencioso, al que tendrá que acompañar su convenio regulador. La otra parte del matrimonio puede aceptar este o bien hacer una propuesta alternativa. En el caso de que no haya acuerdo entre las partes, tendrá que ser el juez el que establezca el convenio regulador correspondiente.
Qué se regula en el convenio regulador de divorcio
En el convenio regulador de divorcio se deben establecer una serie de puntos que son de gran importancia, como son los siguientes:
- La guarda y custodia de los hijos en el caso de que los hubiese. De esta manera el cuidado de estos podría llegar a recaer en uno solo de los progenitores o bien tratarse de una custodia compartida entre ambos.
- Régimen de visitas. Es necesario establecer cómo se desarrollará el régimen de comunicación y estancia de los hijos con aquella parte que no tenga la custodia de los hijos. En este caso también habrá que verla por el interés de los menores.
- Uso de la vivienda familiar. En el convenio regulador se deberá establecer a quién le corresponderá el uso de la vivienda familiar y todos los bienes que se hayan ido acumulando durante el matrimonio.
- Régimen económico matrimonial. En el caso de que se trate de un matrimonio que se haya casado en régimen de gananciales, debe liquidarse la sociedad.
- Contribución a las cargas del matrimonio. Se debe proceder a establecer la contribución de cada uno de los cónyuges al sostenimiento de las diferentes cargas familiares. En este aspecto hay que tener en cuenta la pensión de alimentos en aquellos casos en los que sea necesaria.
- Pensión compensatoria. En algunas ocasiones, uno de los dos cónyuges debe compensar económicamente a la otra parte por la pérdida económica que le pueda suponer el divorcio.
Hay que tener en cuenta que por muchos acuerdos privados que puedan llegar a alcanzar los integrantes del matrimonio, estos carecerán de validez legal en el caso de que no sean aprobados por un Juez. Este será quién valore el convenio regulador y compruebe que no perjudican de manera notable los derechos de una de las partes o de sus hijos.
En función de la situación de cada matrimonio y de si tienen o no hijos; así como si tienen hipoteca y otros gastos de la vivienda, hay diferentes aspectos que deben ser valorados para poder llegar a establecer el convenio regulador. No obstante, para todos este tipo de casos es necesario recibir el asesoramiento de profesionales. De esta manera se podrán establecer los términos de la manera más adecuada y acorde a lo indicado por la ley. Así evitará caer en cualquier tipo de error.
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