Cuando una persona trabaja por cuenta propia o está pensando en hacerlo a buen seguro le importa conocer las deducciones del autónomo. A lo largo de este artículo te vamos a explicar lo que necesitas saber acerca de los gastos que puedes deducir y cuáles no.
De manera trimestral se deben recopilar todos los gastos y facturas para la presentación de la declaración del IVA o del IRPF, si bien hay que tener en cuenta que no todos los gastos son deducibles. No obstante, hay que tener en cuenta que hay una fina línea entre lo que se puede y lo que no desgravar, y es importante tenerlo claro para evitar una inspección o incluso una sanción por parte de Hacienda.
En primer lugar, para no cometer un fallo que pueda suponer un perjuicio para nosotros, debemos tener en cuenta una serie de requisitos básicos para que un gasto pueda ser deducible:
- El bien o servicio a deducir debe encontrarse vinculado o relacionado con la actividad que preste el autónomo.
- Existe la obligación de presentar las facturas, sin ser válidos justificantes de pago ni tickets.
- El gasto deberá encontrarse debidamente registrado en el libro de gastos o de inversiones.
En este artículo encontrarás:
Gastos que se pueden deducir
Teniendo esto en cuenta, hay que conocer los gastos que se pueden deducir de acuerdo a lo indicado por parte de la Agencia Tributaria:
Materiales y materias primas
Son deducibles todos aquellos gastos que se encuentran relacionados con la compra de materias primas y materiales que sean necesarios para poder llevar a cabo la actividad profesional por cuenta propia.
Gastos de alquiler
Se pueden deducir los gastos que vengan del alquiler de un local, oficina u otro inmueble, pudiendo deducirlo en su totalidad. En los casos en los que se teletrabaje y se ejerza la profesión de la propia vivienda, solo se puede deducir un 30% del gasto de los suministros.
Tanto si se trabaja en la vivienda como en el caso del alquiler, deben encontrarse los contratos de arrendamiento o suministros a nombre del autónomo, ya que en caso contrario no se podrá deducir.
Gastos en suministros
Al igual que sucede con el alquiler, si se cuenta con un local, oficina o despacho, se pueden deducir por completo, mientras que si se está teletrabajando, es decir, realizando la actividad laboral desde el propio hogar, solo se podrá deducir el 30%.
Impuestos deducibles
El IBI, la comunidad de propietarios y la tasa de basura son gastos deducibles. Hay que tener en cuenta que estos se aplican sobre aquellas personas que tengan estos servicios contratados a su nombre y que, por lo tanto, sean los encargados de realizar el pago de los mismos.
En el caso de que se trabaje en la vivienda habitual, tan solo se podrá deducir el gasto en el porcentaje que corresponda al espacio que se dedique a tu actividad, siendo este un aspecto a tener en cuenta.
Internet y teléfono
Tanto el uno como el otro son gastos deducibles, pero en el caso de que se trabaje desde el hogar, solo serán deducibles si se abren líneas que son exclusivas para ejercer la actividad laboral.
Bienes de inversión
La compra de todos aquellos bienes necesarios para desarrollar tu actividad laboral, así como la reparación de los mismos, se puede deducir. En este sentido es importante recalcar que no pueden ser materias primas. En el caso del IVA se necesita factura, mientras que en el IRPF no se podrá restar directamente, sino a través de lo conocido como amortización.
Marketing y publicidad
Las acciones de marketing y publicidad en medios impresos o digitales también son gastos deducibles para un autónomo, siempre que se disponga de una factura por los servicios recibidops. También pueden incluirse en este sentido los gastos que vengan por parte de los artículos promocionales o el merchandising que se pueda regalar al cliente.
Web y mantenimiento
Tanto el diseño como la programación, actualizaciones o mantenimiento u otra acción de desarrollo de una página web es deducible para un autónomo.
Contratación de servicios a terceros
Se pueden deducir los servicios que prestan otros profesionales para el desarrollo de la actividad profesional, como son abogados, notarios, asesoría, contabilidad…
Vehículo y combustible
Los gastos que derivan de la compra o el uso de un vehículo son deducibles, tanto del IRPF como del IVA, siempre y cuando este se utilice de forma exclusiva para el desarrollo de la actividad laboral.
Si se usa para el trabajo y a nivel personal, el IRPF no será deducible pero sí el IVA, pudiendo reducir el 50% en reparaciones, parkings, peajes, combustible…
Otros gastos deducibles
Además de los anteriores, son gastos deducibles para un autónomo los siguientes:
- Sueldos, salarios y gastos de empleados
- Dietas, si bien para que Hacienda lo acepte se debe pagar con tarjeta y solicitar factura
- La cuota de autónomo se puede deducir
- Los gastos financieros por la contratación de tarjetas, transferencias, préstamos…
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