El despido objetivo consiste en una rescisión del contrato de un trabajador por causas determinadas. Estas pueden darse por motivos diversos, ya sean económicas, cuando una empresa sufre pérdidas o ve reducidas sus ganancias; o también pueden llegar a tener lugar por reajustes que haya en la plantilla; o la implementación de nuevas tecnologías, las cuales puedan llegar a suponer la sustitución de determinados trabajos manuales.
El despido objetivo lleva a plantearse diferentes dudas con respecto a la manera en la que debe proceder tanto la empresa como el empleado. La empresa se encuentra obligada a comunicar por escrito el motivo del despido a su empleado. Asimismo, se debe entregar una copia del escrito a los representantes de los trabajadores, siendo este un caso en el que el trabajador no tiene opción alguna de negociar. Por ello, la única manera de impugnar la decisión es recurrir a los tribunales.
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Qué es un despido objetivo
Un despido objetivo es un despido individual o colectivo a través del cual la empresa decide prescindir de los servicios de sus empleados por unas causas concretas. Sin embargo, para poder llevar a cabo este procedimiento, la empresa deberá hacerse cargo de la correspondiente indemnización al empleado.
A diferencia de lo que ocurre en el caso del despido disciplinario, en este tipo de ocasiones el trabajador no tiene responsabilidad alguna del despido. Es decir, no se trata de la causa de la finalización de su contrato, sino que este viene determinado por cambios internos que se dan en la empresa.
Como consecuencia de este tipo de despido, el trabajador tiene derecho a una indemnización por parte de una empresa. En el Estatuto de los Trabajadores aparece reflejado de manera detallada tanto las causas como los efectos del despido.
Causas más habituales de un despido objetivo
Las causas del despido objetivo pueden ser de diferente índole, todas ellas reflejadas en el Estatuto de los Trabajadores. Algunas de ellas son las siguientes:
Ineptitud del trabajador
Un despido objetivo se puede dar por ineptitud sobrevenida tras la contratación del trabajador. En este caso no es posible alegar que este despido viene dado por la ineptitud existente anterior al cumplimiento del periodo de prueba.
Deficiente adaptación del trabajador a modificaciones técnicas
En lo que se refiere a las modificaciones propias de su puesto de trabajo. En este caso, la empresa debe ofrecer al empleado un curso formativo para poder llegar a alcanzar dicha adaptación. La empresa no podrá despedirlo hasta que hayan pasado dos meses desde que se implementa la modificación, o bien desde que ha llegado a su fin la formación de adaptación.
Causas imprevistas
Una empresa se puede encontrar con motivos imprevistos que deriven en un despido objetivo, como es el caso de que haya causas económicas cuando el negocio tiene pérdidas o un saldo negativo. Asimismo, puede haber causas técnicas, cuando son introducidos nuevos métodos organizativos, de producción o de trabajo.
Faltas de asistencia
Las faltas al trabajo pueden llegar a afectar de manera negativa al trabajador. Si este cuenta con faltas justificadas pero son intermitentes y numerosas en un corto periodo de tiempo, podrían acabar en un despido objetivo.
En este sentido es importante indicar que no están computadas las faltas por huelgas legales, accidentes laborales, maternidad, lactancia, violencia de género, licencias u otras que están motivadas de manera legal.
Estas son algunas de las causas más comunes, aunque existen otras causas, como los contratos de tiempo indefinido a través de entidades sin ánimo de lucro.
Efectos de los despidos objetivos
Independientemente de cual sea el motivo del despido, la empresa se encuentra en la obligatoriedad de comunicárselo al trabajador por escrito; y entregarle así la indemnización que será de 20 días por año trabajado.
Si tuviera lugar un despido objetivo por causas económicas y la empresa no disponga de suficiente capacidad financiera para hacer frente al abono de su indemnización, deberá ser reflejado debidamente por escrito.
Se debe entregar una copia por escrito a los representantes legales, ya que estos deben tener constancia y conocimiento del hecho. En cuanto a los días de preaviso, el trabajador, por ley, tiene derecho a una licencia estipulada de 6 horas semanales para buscar un nuevo trabajo.
No es posible despedir a una persona a través de esta vía si se trata de una de las causas de discriminación que aparecen reflejadas en la Constitución Española. Si decide recurrir a los tribunales, serán estos los que consideren si la extinción del contrato es improcedente, procedente o bien si es declarad nulo.
Carta de despido objetivo
La carta de despido objetivo debe tener una validez legal, y para ello debe cumplir con una serie de requisitos. Una vez que se entrega al trabajador, debe ser firmada conforme la ha recibido. Es necesario que en la misma aparezca expuesta de manera clara el motivo del despido por causas objetivas. En la carta deben figurar:
- Datos básicos del empleado, para que no existen dudas de a quién está dirigida.
- Fechas de fin del contrato y del despido.
- Causa del despido claramente detallada.
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