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Qué es el principio de in dubio pro reo

La expresión que proviene del latín in dubio pro reo es un principio jurídico que significa que, en el caso de que exista algún tipo de duda y, ante una falta de pruebas, se favorece al acusado en la comisión de un delito. Este se encuentra basado en el principio de presunción de inocencia. De todas formas, si tienes cualquier tipo de duda al respecto, a continuación nos encargaremos de resolverla.

Qué es el principio de in dubio pro reo

Qué significa in dubio pro reo

El principio in dubio pro reo en Derecho Penal nos indica si el tribunal o juez tiene dudas acerca de la culpabilidad de una persona que ha sido acusada tras tener en cuenta las pruebas disponibles. Esto hará que en este tipo de situaciones, la sentencia o decisión judicial debe buscar favorecer al acusado. De esta forma, en caso de duda, se verá beneficiado el acusado.

Este es un principio de cumplimiento obligado por parte de tribunales y jueces; y esto se debe a que su aplicación se encuentra basada en el principio de presunción de inocencia.

En este caso, hay que tener en cuenta que la acusación particular, popular y el Ministerio Fiscal, según el caso, tienen la responsabilidad de demostrar que el acusado es culpable. Para ello tendrán que recabar y aportar las pruebas pertinentes para que no pueda haber lugar a dudas con respecto a su culpabilidad.

El acusado, favorecido

Si tras presentar las pruebas correspondientes y dado por finalizado el juicio, el tribunal o juez aún tiene dudas con respecto a su culpabilidad, tendrá, por lo tanto, que tomar una decisión en la que el acusado se vea favorecido. Esto hará que se vea inclinado a la emisión de una sentencia absolutoria.

De esta forma, la aplicación del principio in dubio pro reo está vinculada con el principio de irretroactividad penal y el principio de legalidad. En Derecho Penal, para que una persona pueda llegar a ser juzgada, tiene que haber sido autor de un hecho que sea punible y que esté penado por una ley que se haya establecido de manera previa a que el delito haya sido cometido.

De esta forma, en el caso de que la pena cambie a posteriori, no tendrá que aplicarse la ley vigente en el momento de la comisión del delito, sino que será de aplicación la que más favorezca a la persona imputada.

In dubio pro reo en el ordenamiento jurídico español

De acuerdo al ordenamiento jurídico español, «toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario«. De esta manera, en el caso de que no existan pruebas que realmente demuestren que una persona ha sido el autor de un acto ilícito; y por lo tanto que haya dudas al respecto de su culpabilidad,  los jueces tendrán que declararla como no culpable o inocente.

Sin embargo, hay que valorar que la jurisprudencia del Tribunal Supremo se refiere a este principio indicando que no tiene un carácter orientativo en la valoración de la prueba. Por lo tanto, tan solo será de aplicación cuando no haya seguridad sobre la culpabilidad del acusado una vez que han sido examinadas las pruebas.

De esta forma, nos encontramos ante una norma que es de interpretación y que tan solo puede ser aplicada por los jueces. Por ello, ninguna de las partes involucradas en un asunto legal pueden recurrir a este principio para tratar de verse beneficiado de la sentencia final.

Diferencia con la presunción de inocencia

La diferencia entre el principio in dubio pro reo y la presunción de inocencia radica en la regulación legal de ambos. Mientras que el primero es un principio jurídico penal; en el caso de la presunción de inocencia nos encontramos ante un derecho fundamental.

Este derecho fundamental se encuentra recogido en la Constitución Española (Artículo 24.2). En él se indica que todos los ciudadanos tienen deercho al juez ordinario predeterminado por la ley; así como a la defensa y a la asistencia de letrado y a ser informados sobre la acusación que se formule contra ellos. También a un proceso público sin dilaciones indebidas y en el que se encuentren respetadas todas las garantías; a no declarar contra ellos mismos; a no confesarse culpables; a usar los medios de prueba que correspondan para su defensa; y a la presunción de inocencia.

De acuerdo a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo, la presunción de inocencia es un principio imperativo de carácter público que ampara al acusado; y este indica que no es posible culpar a una persona por un delito si no se demuestra que realmente es culpable.

En el caso del principio in dubio pro reo , este solo se aplica en el caso de que tras llegar al final de un proceso judicial, el tribunal o juez tenga dudas sobre la culpabilidad de la persona acusada tras examinar y valorar las pruebas existentes.

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