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¿Que ocurre con las mascotas en un divorcio?

Las mascotas tienen un papel cada vez más protagonistas en las familias, donde cada vez es más habitual contar con un perro o gato dentro del hogar. Estos animales pueden aportar grandes beneficios para la familia, pero también hay que plantearse lo que puede ocurrir en caso de divorcio.

El hecho de que la ley cambiase para que los animales dejasen de ser considerados «cosas», hace que se puedan dar situaciones similares a la que ocurre con los hijos, como es el caso de la custodia compartida.

Partiendo de la base de que España se sitúa en el Top 4 de la Unión Europea en número de divorcios, y que en casi la mitad de los hogares españoles hay una mascota como mínimo, la disputa por las mascotas en los procesos de divorcio es una realidad.

Acuerdo o vía legal

La decisión a tomar sobre qué hacer con el perro o gato en un divorcio debería realizarse mediante un acuerdo, es decir, sin recurrir a la vía judicial. Sin embargo, en muchas ocasiones, al igual que ocurre con otros temas, es necesario recurrir al juez para que tome una decisión al respecto.

En el Código Civil, antes se consideraba que las mascotas eran bienes muebles. Esto implicaba que cualquier miembro de la pareja podía reclamar a la mascota. Sin embargo, ahora también se tienen en cuenta otros aspectos; como es la relación que estas tengan con los menores en el caso de que los hubiese. Por ello, la custodia compartida de mascotas puede tomarse de forma paralela a la de los hijos si es que los hay.

Custodia compartida de mascotas

Lo más sencillo en caso de divorcio sería que uno de los dos miembros de la pareja en cuestión se dedique al cuidado de la mascota. Sin embargo, en muchas ocasiones no hay acuerdo al respecto y la mejor solución es una custodia compartida

En este caso habrá que atender a diferentes factores, como el estrés del animal. Por ejemplo, en el caso de los gatos, moverse tiempos prolongados de tiempo de un hogar a otro puede ser contraproducente. 

De todas formas, incluso aunque se decida una custodia única, esto no quiere decir que la otra parte deje de ver a la mascota para siempre. En el Convenio Regulador se puede establecer un régimen de visitas con respecto de la mascota. Asimismo, si hay hijos menores y se acuerda una custodia única de ellos, se acostumbra a reconocer que las mascotas tienen que seguir viviendo con ellos. Esto es debido a que en estos procesos de divorcio  o separación, las mascotas ayudan en el proceso a los menores.

Maltrato o abandono de mascotas

En casos de separación y divorcio, en ocasiones se producen casos de abandono o maltrato animal por parte de la persona que se ha quedado al animal. Muchas veces tiende a hacerse como venganza contra la exppareja.

En estos casos, como es lógico, el conyuge debe denunciar estos hechos. De esta forma podrá tener la custodia del animal y darle la vida que merece.

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