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Requisitos para declararse insolvente

La mayor parte de las personas en nuestro país ha escuchado hablar en alguna ocasión de la declaración de insolvencia, ya sea por parte de empresas o de personas, y es posible que te interese conocer más al respecto. Antes de profundizar hay que tener en cuenta que esta declaración se puede dar siempre y cuando se cumpla con una serie de requisitos; y también hay que ser conscientes de que implica una serie de consecuencias que deben ser valoradas.

Requisitos para declararse insolvente

Una persona se considera que es insolvente en el momento que no puede hacer frente a las deudas contraídas, lo que se da cuando las obligaciones son mayores a los bienes que posee esa persona. Para la declaración de insolvencia personal o empresarial se necesita llevar a cabo un procedimiento determinado, además de cumplir con una serie de requisitos que veremos a continuación.

Requisitos para declararse insolvente

Existen una serie de requisitos básicos para que una persona se pueda declarar insolvente, que son los siguientes:

  • No haber sido declarado culpable en un concurso anterior
  • Incumplir con la cancelación de pago de dos o más obligaciones con dos o más acreedores en un plazo mayor a 90 días.
  • No haber solicitado la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos 10 años.
  • No disponer de suficiente liquidez o activos para poder hacer frente a las deudas contraídas.
  • La deuda por la que se solicita la insolvencia no puede ser con la Administración Pública.
  • Existencia de demandas en su contra sobre ejecución o cobro judicial.
  • Retrasos en al menos la mitad de la deuda.
  • Se debe haber intentado pagar de buena fe.
  • La deuda existente no puede superar los 5 millones de euros.
  • No tener una sentencia firme durante el año anterior por delitos con la Seguridad Social o la Agencia Tributaria, ni relativa a la falsedad documental o patrimonial.

Por lo tanto, se pueden declarar como insolventes tanto las empresas como los particulares que no puedan hacer frente al abono de sus deudas y que no haya sido declarados culpables por delito fiscal o económico.

Por este motivo, uno de los aspectos más importante consisten en en demostrar que no se cuenta con suficiente patrimonio para hacer frente a las deudas.

Consecuencias de declararse insolvente

La declaración de insolvencia conlleva una serie de consecuencias, algunas de ellas positivas y otras negativas, por lo que es importante conocerlas antes de iniciar un procedimiento para declararse insolvente. Estas son las siguientes:

  • En el momento de que un particular o una empresa se declara insolvente, esta situación quedará para el futuro, es decir, habrá constancia de ello, con lo que puede suponer para trámites futuros.
  • Existe la posibilidad de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad
  • Reducción o eliminación de la deuda a través de una negociación judicial, o la resolución en sentencia.
  • La persona insolvente dejará de figurar en las listas de morosos por las deudas contraídas a las cuáles no ha podido hacerse frente.
  • Dejará de haber reclamaciones por parte de los acreedores así como también se dejarán de recibir amenazas de embargo.

De esta manera, ya sabes los aspectos básicos y los requisitos para declararse insolvente en España, ante Hacienda, así como las consecuencias que puede tener el hecho de declararse insolvente en un juicio, aspectos que siempre es importante conocer antes de enfrentarse a algún tipo de procedimiento de este tipo.

Como ya hemos visto, en el caso de España existe la posibilidad de declararse insolvente en los casos en los que no exista posibilidad alguna de hacer frente a las deudas que se han contraído. Sin embargo, esto tan solo se podrá llevar a cabo siempre y cuando se cumplan con los requisitos y mencionado, que se deben cumplir, como es el hecho de no disponer de activos suficiente y de haber procedido al menos al impago de dos deudas.

La declaración de insolvencia deja constancia para el futuro, y permitirá reducir o eliminar las deudas a través de la negociación en la sede judicial o bien a través de la Ley de Segunda Oportunidad.

En momentos delicados económicos para la ciudadanía, como nos encontramos desde hace unos años, especialmente tras la pandemia del coronavirus, y la subida de costes de diferentes servicios y elementos básicos como la electricidad o el combustible, sin olvidar el encarecimiento general de los diferentes productos, todo ha llevado a una delicada situación en la que muchas personas tienen dificultades para poder llegar a fin de mes y poder hacer frente de esta manera a las deudas contraídas con anterioridad.

Para muchas de ellas, puede llegar a ser una solución la declaración de insolvencia, un procedimiento que les puede ayudar a la hora de encontrarse en una mejor situación de cara al futuro, y a dejar de recibir presiones por parte de acreedores para que se realice el pago.

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