Son muchas las personas que dudan entre las diferencias que existen entre abstencionista y abstencionario, lo cual debe conocerse para poder entender mejor este aspecto clave en el panorama político actual en nuestro país. Si te planteas las dudas existentes entre ambos conceptos, te vamos a explicar en qué consisten cada uno de ellos, de manera que puedas entender mejor su funcionamiento y conocer de qué se basan.
En este artículo encontrarás:
Qué es un abstencionista
Un abstencionista es aquella persona que decide no ejercer su derecho al voto, ya se trate de unas elecciones generales o, en el caso de que esté presente en una votación en un procedimiento parlamentario, no vota. En ambos casos, esa persona decide atenerse al resultado de voto de los electores que sí decidieron votar, al igual que ocurre en el caso del voto en blanco.
A pesar de que la abstención no se suele considerar una opción entre la toma colectiva de una decisión, cuando existe una alta abstención se considera que es inadecuado. Si la abstención se generaliza se considera que se pierde el bien público de la democracia.
En este sentido es importante saber que existen diferentes tipos de abstención, que principalmente son:
Abstención pasiva
La abstención pasiva se da en aquellos casos en los que la falta de voto está provocado por el propio desinterés en la política o en las formaciones políticas que concurren a las elecciones, o bien que vienen dadas por el aislamiento social o geográfico del votante.
Abstención activa
Esta se considera un acto político de rechazo al sistema político. En este caso se considera que las personas son abstencionistas incluso en aquellos casos en los que se emite un voto en blanco o nulo. En este último caso, especialmente se da cuando desde una formación política o sector social se incita a la no participación mediante una política de protesta. De hecho, en ocasiones se pide que se realice un voto nulo.
Qué es un abstencionario
A diferencia del abstencionista, un abstencionario es aquella persona que no vota en el sistema, pero que a diferencia del anterior, se encarga de luchar por cambiar el sistema, para lo cual se encuentra motivado por sus convicciones morales y políticas.
El abstencionario es una persona que considera que el problema no se encuentra en ningún partido en particular; sino que considera que el problema real se encuentra en el sistema actual político, que buscan formar parte del mismo sistema para poder repartirse el poder y dominar a la ciudadanía, a la cual hacen creer que les representan.
En este sentido, hay que tener en cuenta que a diferencia de lo que ocurre con el abstencionista, el abstencionario es activo, pero no forma parte de las elecciones porque sabe que si todos los ciudadanos retiran la confianza al sistema, se consigue que este se debilite. Al producirse este hecho, es más sencillo que se pueda acabar derrocando al mismo, aunque para ello es necesaria un pueblo activo, que apostará por protestas pacíficas y una resistencia civil masiva.
El perfil del abstencionario
El perfil del abstencionario, según quienes promueven esta forma de mostrar su postura contraria al sistema político, debe cumplir con una serie de premisas, como son las siguientes:
- Es una persona que ha sido capaz de abrir los ojos ante la realidad del sistema de partidos actual y si se encuentra en contra de las formaciones políticas existentes.
- Es una persona que se diferencia del abstencionista en que no vota por desinterés o por resignación, y se queda sin hacer nada al respecto, mientras que el abstencionario, como hemos indicado, lucha por un cambio del sistema, poniendo su grano de arena para el cambio.
- Se corresponde con aquellas personas que dan la espalda de manera firme al sistema, sin entregarle a los políticos el poder en las urnas, sino que se queda para una propia persona, con la cual tratar de luchar para cambiar la realidad actual.
- Es una persona que no participa por honrar su propia persona, al no aceptar un sistema de partidos que no es, según su pensamiento, beneficioso para la sociedad; y si es consciente de que toda aquella persona que vota acepta las reglas, y que posteriormente no se pueden quejar.
- La persona abstencionaria considera que el verdadero problema no se encuentra en las formaciones políticas de izquierdas o derechas, sino en el arriba y abajo, siendo los primeros los políticos, mientras que los segundos son el pueblo, que sufre las consecuencias de sus decisiones y actos.
- Aquellos que defienden esta postura se dan cuenta que los políticos inventan problemas falsos e ideologías tóxicas para mantener el enfrentamiento entre los ciudadanos; y de esta manera se evita que los propios ciudadanos se cuestionen nada más allá de lo que los políticos y los medios de comunicación afines a ellos quieran que las personas hablan.
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