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Qué hacer si el cliente no paga la factura

Es posible que en más de una ocasión te encuentres llevando a cabo algún tipo de actividad laboral, sobre todo si eres un profesional autónomo, y te encuentres con que tu cliente no te paga la factura que tiene pendiente de abonar. Puede que se deba a que no está satisfecho con tu trabajo o simplemente porque no quiera realizar el abono por otro motivo. Esto implica un problema para quién realizó su trabajo previamente y hace que sea necesario conocer cómo actuar al respecto. Te contamos todo lo que debes saber al respecto.

Qué hacer si el cliente no paga la factura

A la hora de llevar a cabo la reclamación de una deuda es necesario hacer un ejercicio de investigación para tratar de conocer la razón del impago, y antes de iniciar cualquier procedimiento es necesario conocer las posibilidades.

De esta manera, a la hora de reclamar una deuda de forma exitosa hay que valorar tanto el beneficio posible de la misma como las posibilidades de cobro.

Beneficios de la reclamación extrajudicial

Una de las primeras cuestiones a conocer es saber cuánto se va a reclamar al cliente, y es necesario no solo tener en cuenta la cuantía que indique la factura, que es lo que se puede acreditar y lo que le importa al juez.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que para poder cobrar la factura esto te supondrá hacer frente a unos gastos adicionales, unos gastos que son inevitables y que pueden llegar a hacer que no te merezca la pena en algunas ocasiones llevar a cabo la reclamación. Hay que tener en cuenta que en el caso de una reclamación extrajudicial hay que valorar los gastos de los honorarios del abogado, así como el envío de la reclamación por medios como una carta certificada o burofax, entre otros.

Los costes se incrementarán de forma considerable, debiendo calcular los beneficios de la reclamación judicial al cliente, debiendo valorar los costes de los honorarios de abogado por reclamación judicial de deudas, aranceles de los procuradores, poder para pleitos, tasas judiciales, anotaciones de embargos y riesgos de costas procesales.

De manera resumida, los beneficios de la reclamación son iguales a la cantidad que se reclama y obtiene, restando los costes en los que se incurra. En el caso de que exista una reclamación judicial, si el juez te da la razón, podrás recuperar las costas judiciales.

Posibilidades de éxito

Además, es importante ser siempre consciente de la realidad al ahora de llevar a cabo la reclamación de una deuda, es decir, calcular las posibilidades de éxito de iniciar un procedimiento.

En este caso se recomienda tener en cuenta diferentes aspectos o cuestiones como si el cliente no paga la factura porque es insolvente, si se encuentra en España y se le puede localizar, si existen algunos motivos de oposición al pago, si hay pruebas adicionales a las facturas emitidas de que el cliente no tiene razón, si existe algún contrato, presupuesto o similares, etcétera.

Reclamación extrajudicial de una factura

Una vez tenidos en cuenta todos los aspectos ya mencionados, es el momento de que, conociendo la situación de primera mano, sea el momento de decidir si se opta por llevar a cabo una reclamación extrajudicial de la deuda.

Para ello tendrás que incluir diferentes datos en el escrito que se le remita, como son el nombre y apellidos del cliente que no paga la factura, la fecha del contrato, la fecha desde la que se debe el dinero, una muy breve descripción del asunto que vincula a ambas partes, la cantidad exacta que se reclama y el concepto por el cuál se reclama.

Asimismo, hay que tener presente que las deudas que derivan de contratos tiene un plazo de cinco años para su reclamación.

Reclamación judicial de la factura

Si no queda más remedio que acudir a la vía judicial, habrá que optar por presentar una demanda civil ante el juzgado del domicilio del deudor. Es importante tener en cuenta que es posible llevar a cabo la reclamación de deudas inferiores a 2.000 euros sin contar con abogado ni procurador, aunque sea realmente aconsejable siempre su asesoramiento para conocer la mejor manera de abordar este tipo de cuestiones, aunque esto te ayudará a reducir costes y poder conseguir una reclamación exitosa.

Para reclamar de forma judicial existen dos vías de procedimiento, que son el procedimiento monitorio y el procedimiento declarativo.

El primero es un procedimiento ágil, rápido y muy sencillo puesto que no requiere la redacción de una demanda, que de hecho se denomina petición inicial de monitorio, presentándose este escrito en el juzgado y siendo trasladado al deudor para que responda a la reclamación en un plazo de 20 días.

El procedimiento declarativo es el más certero, debiendo en este caso interponer una demanda en la que se narren los hechos, los fundamentos jurídicos para su reclamación, los documentos que interese aportar y que el juez te escuche tu petición.

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