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Derramas en las comunidades de vecinos

Con la llegada del temperaturas más agradables y el verano, son muchas las personas que recurrirán a las zonas comunes de su urbanización para disfrutar del ocio. Si durante los meses de invierno el mal tiempo hizo que presentasen defectos o problemas, esto podría implicar la necesidad de hacer frente a la tan indeseada derrama. Lo mismo ocurre con cualquier otro gasto que tenga lugar en una comunidad y que puede hacer que haya propietarios que no estén de acuerdo. En estos casos conviene aclarar algunos asuntos con respecto a las derramas en las comunidades de vecinos.

Derramas en las comunidades de vecinos

Qué es una derrama

Una derrama es el nombre que recibe una cuota extraordinaria que obliga a los propietarios a hacer un pago que se encuentra fuera de los presupuestos ordinarios de la comunidad de vecinos.

Habitualmente tienen carácter urgente, y se recurre a ellas en aquellos casos en los que no hay suficientes fondos ordinarios; y son necesarios para hacer mejoras en el inmueble. La aprobación de una derrama debe ser realizada en una junta de propietarios; y la mayoría exigible variará en función del tipo de gasto ante el que se encuentren los propietarios.

¿Existe un límite máximo en una derrama?

La Ley de Propiedad Horizontal no recoge un límite económico que fije un máximo o un mínimo para el importe o cuantía de una derrama; y debe ser, por lo tanto, lla propia junta de propietarios la que tenga que encargarse de llegar a un acuerdo sobre la cantidad necesaria para poder hacer frente al pago.

Sin embargo, sí que hay una diferencia entre las derramas para obras de conversación que son necesarias, en las que no hay ningún límite; y las derramas para obras de mejora, que es posible que sí puedan tenerlo para el propietario que se posicione en contra de ella.

Cálculo del pago de cada vecino

Hay que tener en cuenta que no todos los vecinos pagarán lo mismo en una derrama. La  Ley de Protección Horizontal recoge que se llevará a cabo la selección de acuerdo al coeficiente del piso. Esto quiere hacer referencia a los metros útiles de la vivienda frente al total del edificio.

Acciones que se pueden hacer mediante una derrama

Las tareas o acciones que se pueden realizar a través de una derrama no se encuentran recogidas en ningún texto legal, si bien se establecen principalmente para tareas que tienen que ver con instalaciones o reparaciones de ascensor; obras para ejecutar una piscina; reparar bajantes; obras para poder superar la Inspección Técnica de Edificios (ITE); reparación de humedades; pintar la fachada; renovar o reparar la instalación eléctrica; desatasco de alcantarillados, etcétera.

En los presupuestos ordinarios de las comunidades de vecinos los gastos suelen  estar ajustados a las necesidades reales, si bien cualquier gasto extra no contemplado en ellos acostumbra a derivar en una derrama, ya que en la mayoría de los casos, las comunidades no disponen de suficiente recursos económicos como para poder hacer frente a estos imprevistos.

Por esta razón, lo habitual es que cuando existe algún tipo de contratiempo se recurra a una derrama para hacer frente a un gasto no presupuestado con anterioridad. No obstante, hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de planificar con tiempo la derrama, de forma que se organice el pago de un gasto en concreto con tiempo suficiente.

¿Existe obligación de pagar la derrama?

La obligación de pagar la derrama depende de su tipo, ya que no forman parte de la categoría de obligatorias aquellas que tienen que ver con la mejora del edificio para hacer frente al deterioro propio del pasar del tiempo.

Sin embargo, existen las derramas para la conservación del inmueble, en las que sí resulta obligatorio que los propietarios paguen, ya que el objetivo de estas es el de hacer que el edificio se pueda mantener de la forma adecuada y en condiciones de habitabilidad y seguridad.

Asimismo, hay que hablar de las derramas para la eliminación de barreras arquitectónicas. En ellas, los propietarios están obligados a pagar la derrama, salvo que el pago de la misma supere una cuantía correspondiente a 12 mensualidades ordinarias.

Una vez llegad a un acuerdo de derrama en la Junta de Propiedades es legal, por lo que resulta difícil negarse a pagar sin que pueda tener consecuencias legales. Esto es debido a que el acuerdo obliga a todos los propietarios a hacer frente a la misma.

Si un vecino no quiere pagar la derrama, supondría una situación de morosidad para él. Ante la falta de pago, el presidente de la comunidad de vecinos puede solicitarle de forma amistosa el pago de la derrama; y si hace caso omiso de la derrama, la comunidad podría poner en marcha un procedimiento judicial.

En el lado contrario, si sobra dinero de una derrama, lo habitual es que el dinero quede en la cuenta de comunidad para futuros gastos.

 

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