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Qué es un juicio rápido y cuáles son sus tipos

Si te has encontrado con dudas a la hora de saber qué es un juicio rápido,  a lo largo de las próximas líneas te vamos a explicar en qué consiste, así como los diferentes tipos que hay, de manera que puedas entender en mayor medida en qué consiste. De esta manera sabrás cómo actuar en el caso de que seas notificado para la celebración de uno de ellos.

Qué es un juicio rápido

Un juicio rápido se da en aquellos procedimientos penales a través de los cuales se busca agilizar los trámites correspondientes a su enjuiciamiento. No obstante, para que se pueda llegar a dar su celebración se deben dar una serie de circunstancias, como son las siguientes:

  • Debe ser un delito indubitable; y para ello la policía deberá haber detenido al acusado de forma previa, además de ponerlo a disposición judicial.
  • La pena de prisión impuesto por el delito no puede superar los 5 años.
  • El resto de penas provistas no pueden tener una duración superior a los 10 años.
  • La resolución del delito debe ser sencillas.

Asimismo, en el artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal se recogen una serie de delitos en los cuales se desarrolla el juicio rápido, como son los siguientes: delito de hurto; robos; contra la seguridad del tráfico; malos tratos; contra la salud pública; contra la propiedad intelectual e industrial; hurto y robo de uso de vehículos; o aquellos que afecten a los daños recogidos en el artículo 263.

Cómo se celebra un juicio rápido

El juicio rápido consta de dos fases diferenciadas: fase de instrucciónfase de enjuiciamiento. Antes de la primera, se deben reunir las diferentes pruebas requeridas para el juicio, además de citar al denunciado y a los posibles testigos que hubiese.

En la fase de instrucción se procede al relato de los hechos acontecidos. En este caso, si se llega a una sentencia de conformidad previa negociación con el fiscal, la pena se reducirá en un tercio.

Si no se produce ese acuerdo, se llevará a cabo un juicio oral. Este tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal para poder dictar sentencia. Esta puede ser recurrida mediante un escrito de apelación en un plazo de 5 días.

Tipos de juicio rápido

El juicio rápido, por norma general, se celebra en los días siguientes a la presunta comisión del delito, con un plazo máximo de 15 días para su celebración. Existen diferentes tipos de juicios rápidos, siendo algunos de los más habituales los siguientes:

Juicio por conducir sin permiso de conducción

El hecho de conducir sin estar en posesión del carnet de conducir, ya sea por no haberlo obtenido o tras haber perdido todos los puntos del mismo, se considera un delito contra la seguridad vial. En este caso, se procede a efectuar un juicio rápido.

Juicio tras negativa en un control de alcoholemia

En el caso de que un conductor se niegue a ser sometido ala prueba de alcoholemia, este será procesado mediante juicio rápido, siendo considerado un delito de desobediencia a la autoridad. En este caso se encuentra castigado con penas de 6 meses a 1 año y privación de carnet de 1 a 4 años

Delito de alcoholemia

Vinculado con el anterior se encuentra el delito de alcoholemia, en el que incurren todos aquellos conductores que superan la tasa máxima de alcohol que se permite para poder conducir.

En estos casos se será juzgado a través de un juicio rápido, si bien hay que tener en cuenta que si se produjeron daños materiales, el juicio se dilatará y habrá una mayor pena.

Delito por hurto

Al ser considerado un delito leve, el delito por hurto también es juzgado a través de un juicio rápido. En ese caso nos encontramos con la posibilidad de recibir una sanción de penas de hasta 3 años de prisión.

Injurias y amenazas

El delito de injurias es considerado un delito contra el honor, juzgándose mediante juicio rápido y pudiendo estar castigado con penas de entre 3 y 14 meses.

En el caso del delito por amenazas, también tiene lugar con un juicio rápido. En este caso, se castiga a quienes expresan o realizan alguna acción para provocar daños a otra persona.

Delito leve

Los delitos leves son juzgados mediante juicios rápidos. Para ello se aprovecha que son fáciles de resolver, siguiendo el procedimiento mencionado con anterioridad.

Consideraciones sobre los juicios rápidos

  • Los delitos que se juzgan mediante un juicio rápido prescriben a los cinco años, si bien hay algunas excepciones, como las que tienen lugar en el caso de los delitos leves, las injurias y calumnias. Estas prescriben al año.
  • Un juicio rápido sin conformidad es aquel en el que no hay acuerdo entre el fiscal y el acusado. Esto hace que se deba celebrar un juicio oral en el Juzgado de lo Penal
  • Para la celebración de un juicio rápido  se necesita abogado. Este puede ser de oficio o elegido por el denunciado.
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